¡Hola!,
Lilí de nuevo para contaros otra fábula del amigo Esopo, te la
recomiendo porque es muy instructiva.
Érase
una vez un cuervo que estaba enfermo y su mamá le cuidaba, un
día, al encontrarse muy malito, le rogó a su madre:
-Mamá,
por favor no llores y pide a los dioses por mí.
A
lo que ella respondió:
-¿Me
puedes decir que dios va escuchar tu súplica cuando te has dedicado
a robarles todo lo que has podido?
¿Sabéis
lo que significa?, pues que si nos hacemos de enemigos, en un
momento de apuro no habrá amigos que nos socorran. ¡No lo olvidéis!
¡Hasta
el mes que viene!