BURRITOS
por
Estrella Cardona Gamio
Hoy
queremos presentaros un artículo diferente a los demás, es decir,
una mezcla de comentario y crítica de libros todo junto, y en
el que, cómo no, son protagonistas los animales.
El
libro se titula Oración para ir al cielo con los burritos,
y es una pequeña obrita de escasas 22 páginas, con preciosos dibujos incluidos, editado por Hyspamérica
Ediciones Argentina, S.A., 1986, y escrito por Francis
Jammes. Este libro, publicado en VEO-VEO Mi primera
Biblioteca ORBIS-PLAZA JOVEN, es un cuento-poema delicioso que
nos habla de los burritos con tanta ternura que difícilmente
podemos substraernos a su encanto.
Leyéndolo
nos recuerda que, aparte de los animales de compañía, las conocidas
mascotas, existen otros, en el presente caso los burros, o asnos,
cuyo nombre, si pronunciado muy a menudo de forma peyorativa,
puede mover al desdén o a la risa fácil, cuando no al adjetivo
gratuito y burlón, en este librito se ve enaltecido hasta el
punto que el despreciado burro deja de ser el insensible -¿insensible
por qué?-, animal de carga por excelencia y se convierte en
un ente vivo, uno más de los que llenan el mundo en el cual
estamos, y en un ser entrañable cuya oscura suerte nos golpea
en la conciencia.
Leamos
sino, algunos de sus fragmentos, pero antes indiquemos que la
historia va de que su autor, cuando muera, desea elegir un camino
que le conduzca al Paraíso:
...donde
las estrellas brillan
en
pleno día.
Andaré
con mi bastón
Por
la gran carretera
Y
les diré a los asnos, mis amigos:
(...)
Y
les diré:
-Venid,
mansos amigos del cielo azul.
Pobres
bestias queridas, que con una brusca sacudida de orejas
Se
espantan las vulgares moscas, los golpes y las abejas...
Que
yo aparezca ante Ti
Rodeado
de estos animales
Que
amo tanto, porque inclinan la cabeza
Suavemente
y se detienen juntando sus patitas
Con
tanta mansedumbre,
Que
dan lástima...
Naturalmente
el poema es mucho más extenso, y no sólo hermoso sino filosófico,
pues hace pensar, llena de buenos sentimientos y es una lectura
muy recomendable para todos, empezando por nuestros hijos pequeños,
ya que les enseña el amor y el respeto hacia los animales, iniciándoles
en el concepto de que las mal llamadas bestias son
seres que sienten y sufren también, igual que nosotros, factor
que no debe ser olvidado por nadie.