Francesco Petrarca


Francesco Petrarca nació en Arezzo el 20 de julio del año 1304, hijo de un notario florentino, que al pertenecer al partido de los Blancos, tuvo que exiliarse un año antes debido a la victoria del partido opuesto o de los Negros. Su padre se llamaba Petracco y su madre, Eletta Cangiani.

Empezó su instrucción a los ocho años bajo la dirección de el docto Convenevole da Prato, y a los doce, junto con su hermano Gherardo empezó a estudiar leyes en Montpellier y después en Bolonia y a los veintidós años, a la muerte de su padre residente en Avignon desde 1312, regresa a esta ciudad iniciándose en la literatura, y hacia el año 1330 recibe las Órdenes Menores simplemente para vivir, su hermano, en cambio no hará de la religión un modus vivendi, sino que, vocacionalmente, ingresará en el sacerdocio, recluyéndose en el Monasterio de Montreux.

Francesco Petrarca tuvo la inteligencia de relacionarse con los poderosos Colonna, formando primero parte del séquito el cardenal Giacomo Colonna, y después se convirtió en capellán de otro miembro de la misma familia, Giovanni, alcanzando el grado de canónigo en la catedral de Lombez.

Todos estos cargos le permitieron relacionarse con la intelectualidad de su época, teniendo acceso a libros y nuevos estudios, que de otra manera le hubiese sido difícil conseguir.

Pero la fama de Petrarca, debido a la cual su nombre ingresa en la tradición romántica de los amores imposibles, tiene lugar cuando en su vida ocurre un acontecimiento que le marcará para siempre: el encuentro con Laura de Noves a quien conoce en Avignon un viernes santo, el día 6 de abril de 1327, convirtiéndose ella, a partir de ese momento, en su musa e inspiradora, una bella y espiritual joven de 19 años y ya casada con el marqués Hugues de Sade, antepasado que fue del otro célebre marqués de ingrata memoria.

Pero éste no será un amor consumado, ya que si bien el poeta era recibido con agrado por el marido, orgulloso de que su esposa recibiese encendidos versos que la alababan, cuando aquel amor platónico adquirió visos peligrosos, fue la propia Laura quien cortó el trato continuado quedando todo en una respetuosa y alejada amistad.

(No obstante este sentimiento amoroso teñido de espiritualidad y en el que evidenciaba, a través de sus delicados versos, una lucha constante entre el amor carnal y el del alma, no le impidió tener relaciones íntimas con una o varias mujeres cuyo nombre no ha trascendido, y que le dieron tres hijos, de los que sólo se conoce a dos Giovanni y Francesca).

Viajó mucho por Italia, Francia, los Países Bajos y Alemania, siempre aprovechando su tiempo en estudiosas investigaciones, que iban seguidas de largos periodos de recogimiento en la patria en donde desarrollaba sus obras.

Admirado por su talento, que sólo recibe homenajes, amplia su círculo de relaciones aristocráticas con los Correggio, los Visconti y los Carrara. Conoce a Giovanni Boccaccio, naciendo entre ellos una gran amistad.

En 1348, su amada Laura fallece a consecuencia de la peste, por su parte, él perderá a causa de otra epidemia a su hijo Giovanni, muerto a los 25 años en 1361, y si a todo esto hay que añadir los reveses políticos de la época y la corrupción eclesiástica, hecho que no deja de herir la sensibilidad del poeta, puede comprenderse que todo ello contribuyera a tornarle melancólico y recluido en sí mismo.

Sus únicas alegrías familiares, las conoció por medio de su hija Francesca, quien casada con Francescuolo da Brossano, le dio dos nietos.

El insigne poeta falleció en Arquà en donde residía desde 1370, entre el 18 y 19 julio de 1374, al cuidado de Francesca quien vivía cercana a él y le asistió en sus últimos momentos.

Petrarca debe su gloria al haber encabezado, junto con Boccaccio, una corriente intelectual que se decantaba por la cultura clásica en rechazo a la escolástica del Medioevo, sin por ello despreciar el vínculo artístico entre lo pagano y lo cristiano.

Se le considera uno de los más notorios poetas líricos modernos, y un gran humanista, de probada influencia en poetas posteriores, españoles e ingleses. Escribió tanto en latín como en italiano y su obra es muy extensa, en la que se incluye la poesía sin que por ello falte la prosa, así pues tenemos la correspondencia dividida en real e ideal, las obras menores de carácter autobiográfico y polémico, las obras eruditas y biográficas sobre personajes históricos, y los textos de tipo filosófico, destacando entre todo ello los poemas que dedicó al gran amor de su vida, la bella Laura de Noves, bajo el título de Rimas en vida y muerte de Madonna Laura, ya que después del fallecimiento de la dama siguió haciéndole versos, y, finalmente, las Rimas recibieron la denominación de Cancionero.

A este Cancionero seguiría otro poemario, escrito a lo largo de 22 años y dedicado también a Laura, llamado Triunfos –que, en algunos casos, fue posteriormente convertido en madrigales por Claudio Monteverdi-, en el que se sublima el amor terrenal, y rinde culto a la feminidad dulce y casta.

De Laura se ha llegado a decir que nunca fue real y que Laura de Noves vino a ocupar el lugar de la mujer idealizada, pero esto no son más que especulaciones. La esposa del marqués Hugues de Sade existió y Francesco Petrarca frecuentaba su casa; a la muerte de ella el poeta siguió escribiendo y la tristeza de esa ausencia se mezclaba en sus doloridos versos como un tributo de añoranza a la desaparecida.

¡Curiosos amores los de otra época, tan poco comprensibles para las mentes actuales!

Este año 2004 se festeja el 700 aniversario de su nacimiento, coincidente con el 630 de su deceso, y ante tan magna efemérides ya se celebran conmemoraciones literarias en su honor, e incluso, y esto es anecdótico, una investigación de incierto desarrollo, prácticamente concluida antes de iniciarse; se pretendía exhumar la calavera de Petrarca para, basándose en ella, hacer su verdadero retrato, mas resulta que la robaron hace muchos años colocando otra, en substitución, que no concuerda ni por antigüedad ni por sexo ya que, según parece, es de una mujer.

 

 

© 2004 Estrella Cardona Gamio

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