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Galería de retratos astrológicos

BajorrelieveGALERÍA DE RETRATOS ASTROLÓGICOS
© 2000 Estrella Cardona Gamio

Puesto que C. CARDONA GAMIO EDICIONES, es una editorial dedicada a la literatura, nuestro primer artículo hablará de la influencia astrológica en diversos autores de sobras conocidos como para que sus existencias no sean de dominio público, y también, por extensión, de algunos personajes universales cuya trascendencia ha sido motivo de libros, cuando no ellos mismos los hayan escrito, lo que significa que las comparaciones vida e influencia astrológica, puedan resultar fácilmente comprobables.

 

¿Un mini zodíaco dentro del código genético?

En primer lugar, y a modo de breve introducción, mencionaremos unos fundamentos astrológicos, no tradicionales sino sorprendentemente modernos, que nos vienen de la mano de un doctor en ciencias, agregado de matemáticas e investigador sobre el mecanismo del cáncer en el departamento de biología molecular de la Universidad de Paris Sur (Orsay) y el Instituto Curie, el doctor Etienne Guillé, quien descubrió cierto día a través del microscopio electrónico, un símil de minizodíaco encerrado dentro de la molécula de ADN de nuestro código genético, inconcebible hallazgo que luego le empujaría a escribir su libro L´Alchimie de la vie, Editions du Rocher-Mónaco, en el que explica detalladamente su descubrimiento, que nosotros, a continuación extractamos, no sin antes explicar que el doctor Guillé, un científico de mente abierta, nunca ha desdeñado la investigación en cualquier tipo de campo, de ahí que su insólito encuentro pudiese tener lugar, dado que él sabía astrología.

Los 7 planetas antiguos, ya que antes del descubrimiento de Urano en las postrimerías del siglo XVIII, sólo se llegaba hasta Saturno, estaban, y están, adscritos a 7 metales, a saber:

"Sol-oro, Luna-plata, Mercurio-mercurio, Venus-cobre, Marte-hierro, Júpiter-estaño, Saturno-plomo, pues bien, todos estos metales se hallan presentes dentro del código genético, componiendo una especie de Minizodíaco, en la medida que cada secuencia corresponde a uno o dos metales dados, y posee, como los signos astrológicos, su cualidad energética y su información específica.

Existen esquemas de recepción situados en la pariferia del núcleo. El número de estas secuencias está en el orden de la docena (Recordemos que doce son los signos zodiacales).

Estas secuencias toman una forma determinada, específica, en función del metal que las va a abrir, formas que tienen que ver con la numerología ya que componen figuras geométricas, por ejemplo, triángulos o trígonos, que dan una información sobre una cualidad de energía operando sobre diversos planos.

En nuestro sistema solar existen 7 grandes tipos vibratorios a los que hemos dado el nombre de los 7 planetas antiguos.

Las vibraciones energéticas coexisten simultáneamente en nosotros. Evolucionan en el paso del tiempo y reflejan las variaciones permanentes de la Tierra y el Cosmos a las que están relacionadas (corrientes telúricas y ondas cósmicas).

La configuración del cielo y las corrientes telúricas del lugar (herencia de los caracteres adquiridos), se imprimen dentro de la molécula ADN. Esta impregnación, provocada por las energías vibratorias, se traduce por un orden molecular típico que reproducirá el orden energético cósmico.

La pareja "metal/secuencia" de ADN reproduce energéticamente, a escala de la célula, la pareja "planeta/constelación" del Zodíaco activo, a escala del sistema solar.


Son la hora y el lugar de nacimiento los que determinarán el tipo de impregnación energética del recién nacido a partir de las doce energías vibratorias del ADN definido.

Las direcciones de vibración son 12 y están por igual repartidas en el espacio siguiendo secuencias de 30º.

Dentro de la molécula ADN, los metales sirven para transmitir las energías vibratorias.

Los niveles de vibración de la molécula están en correlación con los niveles de consciencia".

Tal vez, todo lo expuesto resulte difícil de entender en una primera lectura, pero no puede extractarse más o hacer una descripción tan somera que parezca poco científica o incluso infantil, porque no basta con afirmar simplemente que las vibraciones astrológicas influyen en nuestro ADN, hay que dar una explicación.

Es de suponer que sería mucho más sencillo el ponerse a hablar en plan de tratado milenario para satisfacción de los eternos detractores de la Astrología, por eso hemos querido enfocar un tema, siempre espinoso, desde otro punto de vista mucho más moderno y concreto: los astros influyen en todo ser viviente de la Tierra, no solamente en las personas, ya que por extensión, hemos de tener la suficiente humildad como para reconocer que no somos los únicos habitantes de este planeta.

La influencia astrológica puede demostrarse a través de la vida de las personas; tal signo
=tal carácter (y eso es sólo el principio), propósito que nos guía en el presente estudio.

Advertimos, no obstante, que, primero, no están aquí "todos" los escritores por razones obvias, segundo, que esto no es un tratado de Astrología, lo cual significa que hemos hecho cuanto hemos podido para convertir su lectura en amena, agilizando en buena medida las descripciones meramente astrológicas, y, tercero, que no hemos seguido fielmente el tradicional orden astrológico a la hora de enumerar los signos zodiacales habiendo preferido ir introduciendo las personalidades en la medida que hemos juzgado conveniente.

 
 
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