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Entrevista al escritor Lorenzo Silva
por Estrella Cardona Gamio

Lorenzo Silva es un conocido novelista nacido en Madrid el 7 de junio de 1966; comenzó a escribir obras de imaginación a los 14 años y en la actualidad cuenta en su haber  con varios premios entre los que cabe recordar, La flaqueza del bolchevique, finalista del Premio Nadal 1997 y El alquimista impaciente, Premio Nadal 2000.

Son famosos sus personajes Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro, protagonistas de tres novelas de corte policial que han calado con fuerza en el público.

Últimamente obtuvo el Premio Destino Infantil Apel.les Mestres 2002-2003, con Laura y el corazón de las cosas, dibujado por Jordi Sábat.

Según parece, es su primera incursión en la literatura infantil, género bastante difícil, aunque ya se haya estrenado en la juvenil con la llamada “Trilogía de Getafe” que contiene las novelas Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia, El cazador del desierto y La lluvia de París, lo cual le convierte en un polifacético autor, si tenemos en cuenta, además, sus libros de viajes, ensayo, sus poesías, etc.

Lorenzo Silva, con la gentileza que le caracteriza, se ha prestado a responder a la entrevista de C. CARDONA GAMIO EDICIONES.

 

ESTRELLA CARDONA GAMIO: Me gustaría conocer lo que opinas acerca de la literatura infantil clásica, comparándola con la actual, ¿crees que la de hoy en día es más educativa y la anterior mucho más fantástica, a veces espeluznantemente fantástica en aras de pretendidas moralejas?

LORENZO SILVA: No sé qué es lo mejor para los niños. En realidad la infancia puede ser a la vez muy dulce y muy espeluznante, y tampoco creo en una literatura ñoña para nadie, ni niños ni adultos. Creo que los niños deben encontrar en los libros lo mismo que nosotros, experiencia y formación, pero también goce y trasgresión. Eso sí, sin agredirlos ni manipularlos, porque es un hecho que ante eso están más indefensos...

ECG: Desenvolviéndonos en el medio de Internet -tú tienes tu propia página personal-, ¿qué te parece esta vía abierta que ha posibilitado a muchos autores desconocidos del gran público, el poder difundir gratuitamente sus obras, con las satisfacciones que ello puede reportar a la hora de recibir cartas que las comenten?

LS: Creo en la literatura, ante todo, como cauce de comunicación entre seres humanos, como modo de compartir vivencias, ideas y sobre todo emociones. En ese sentido, me parece que Internet ha logrado que la comunicación se estableciera en canales que antes no funcionaban, y que vivencias, ideas y emociones que antes no se compartían, ahora se compartan, con mayor o menor intensidad o éxito. Y no puedo sino concluir que eso es bueno, para quienes escriben, para quienes leen y para la propia literatura.

ECG: ¿Qué opinas del e-book?

LS: No lo tengo muy claro. Yo ya no uso el papel para trabajar (escribo en pantalla, y no imprimo), pero para disfrutar de la lectura prefiero con mucho seguir tocándolo. Y así les sucede a muchos que conozco. No sé si las nuevas generaciones cambiarán. De eso depende. Aunque creo que es bueno que mantengamos el libro tradicional como objeto, porque es hermoso, práctico y permite defender en condiciones razonables la propiedad intelectual de los escritores, cosa que si se generalizase el e-book temo que pueda verse comprometida. Ya sé que hay mecanismos de seguridad para proteger el e-book, pero también conozco más de una página en Internet donde te puedes bajar varios que teóricamente estaban protegidos. Si alguien craqueó el DVD, en cuya protección habían invertido millones, me cuesta creer que el e-book vaya a tener mejor suerte. Cuando algo se digitaliza, y la gente se acostumbra a consumirlo digitalizado, esperar que se siga pagando por la propiedad intelectual como antes, me parece ilusorio (ha pasado con la música, el cine, las fotografías porno...). Algunos seguirán pagando, desde luego, pero muchos no. Y no sólo dejarán de pagar los que no tenían medios para pagar antes (a mí esto no me importa, incluso me parece bueno, que desaparezcan las barreras económicas para el acceso a la cultura) sino muchos que, pudiendo pagar, preferirán ahorrárselo. Y la economía de los escritores es precaria, si pierden parte de sus ingresos pueden quedar bajo el umbral de subsistencia (cosa que no le pasará nunca a Alejandro Sanz, que como mucho tendrá para comprarse sólo ocho mansiones en lugar de doce). Creo firmemente en el e-book, y en Internet, para la difusión de literatura sin fines comerciales, cosa que no sólo creo que tiene sentido, sino que practico en mi propia página regalando muchos textos. Ahora bien, si el escritor ha de cobrar por su trabajo (y si quiere vivir de él, no puede regalarlo todo) la generalización del e-book creo que plantea riesgos.

ECG: Empezaste a escribir a los 14 años, pero eres abogado, asesor fiscal... ¿Qué consejo darías a todos los jóvenes escritores que se debaten en la duda de “trabajo seguro o literatura”?

LS: Que asuman un esfuerzo suplementario y lleven adelante ambas cosas. Lo más precioso que tiene un creador es la libertad de crear, y esa libertad se resiente cuando no se tiene para comer, y al contrario, puede ejercitarse mejor si uno vive de otra cosa. Hay que aceptar dormir un poco menos, tener menos vacaciones, pero a cambio, puedes seguir tu propio camino y no prostituir tu pluma. Y si las cosas van bien, siempre habrá tiempo para decidir consagrarte por entero a tu vocación.

ECG: Algunas de tus novelas -El alquimista impaciente-, se han llevado al cine, colaborando tú como guionista en otra, La flaqueza del bolchevique, ¿crees que, en general, el cine trasmite fielmente la idea del autor o las adaptaciones, por muy bien hechas que estén, perjudican un buen libro?

LS: Eso depende mucho del adaptador y del director. Hay ejemplos para todos los gustos. Por ejemplo el de Hitchcock, que decía adaptar siempre novelas mediocres para poder superarlas (y las superaba) cosa que no habría podido hacer, afirmaba, con Tolstoi. Pero normalmente una película sólo recoge una fracción del libro, y a lo sumo refleja su espíritu. Es una pena que tanta gente ya sólo consuma historias en formato audiovisual. Se pierden matices.

ECG: Tienes dos hijos, ¿te gustaría que el día de mañana también fuesen escritores?, y, pregunta obligada, ¿existen antecedentes familiares, abuelos, tíos?

LS: Me gustaría que fueran algo que les hiciera sentir felices y que no les alienase. Me gustaría que hicieran algo creativo, porque estoy convencido de que la creación es la mejor manera que tenemos de afirmarnos contra el absurdo. Pero ellos elegirán y yo procuraré apoyarles para que consigan lo que deseen. En cuanto a la segunda parte de la pregunta, un tío mío escribe, e incluso fue finalista del Alfaguara en los 60. Pero no ha sido nunca escritor “profesional”. De todos modos, creo que la herencia me viene de la tradición de narradores orales de mi familia. Mi padre, y el padre de mi padre (y padre de ese tío, curiosamente), son (bueno, mi abuelo era) magníficos narradores, aunque nunca escribieran una línea.

ECG: Y, por último, ¿puedes hablarnos de tus próximas novedades para este año 2003?

LS: Aunque editada a fines del 2002, en el 2003 se lanzará una nueva novela juvenil, Los amores lunáticos. Aparte de eso estoy trabajando en una novela histórica, un documental sobre la guerra de África con Benito Zambrano y Manu Horrillo y para finales de año espero poder meterme con la cuarta de Chamorro y Bevilacqua. Cuándo pueda verse el resultado de todo esto, no lo sé aún...

ECG: Damos nuestras más expresivas gracias a Lorenzo Silva por habernos dedicado una parte de su tiempo respondiendo a la presente entrevista; escritor, sencillo, accesible, que amablemente brinda siempre su colaboración y del que algunos colegas suyos podrían tomar ejemplo.

 


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