Como
todos ignoraban que lo del duelo era
una farsa, y también que la novia tuvo que ser prácticamente arrastrada
al altar por un padre furioso, de igual forma se desconocía que todos
los bienes de lord Benjamín habían cambiado a ,manos ladronas con la
excusa de que pasaban a la corona, representada en tan eficiente
servidor, y del lord convertido en pirata después de una huida
de lo más accidentado, ya nadie se acordaba fuera de la desdichada
Rosalind, a quien hicieron creer que, efectivamente, había muerto
en duelo, pero ella le guardó fidelidad, lo que hizo que su marido nunca
pasara de serlo de nombre, con gran resentimiento por parte suya, aunque,
fatuo como era, siempre pensó que al final la conquistaría.